Cuando espero y me aburro en el diario


"... La tercera vez que los vio, un miércoles. sola, por la tarde, estuvo mirándolos durante media hora y finalmente, como siempre había querido volar en un aerostato amarillo y colorado, como había soñado ser cantante de ópera, amante de un emperador, copiloto de Ícaro, como le hubiera gustado escalar acantilados negros, reírse de Caribdis, recorresr las selvas en elefantes con gualdrapas púrpuras, arrancar con las manos los diamantes ocultos en las minas, vivir bajo el agua, domesticar arañas, asaltar trenes en los túneles de los Alpes, arengar multitudes, incendiar palacios, abordar los puentes de todos los barcos del mundo, finalmente, como era tristemente estéril ser adulta y razonable y sana, finalmente ese miércoles se puso el vestido largo que había usado en la última cena de fin de año de la empresa en la que su marido era subjefe de ventas, y salio al jardín..."
(La resurección de la carne, de Angélica Gorodischer)


... y Guillermo sugirió que no se puede pretender ser (tres verbos juntos y seguidos) novia, esposa, madre (tres sustantivos consecutivos y juntos) e idealista, fuerte y feliz (tres adjetivos ¿contradictorios?).